sábado, 17 de enero de 2009

Veganismo 10ª Parte

La “Internacional Comunista” y la “Internacional Consumista”
¿Y los “izquierdos” humanos?
Por el año 2002 el Movimiento al Socialismo ya había repuntado en las elecciones Nacionales, y se perfilaba como serio candidato para ganar el poder constituido. El siempre nefasto y persistente MNR estaba en el gobierno. Los Movimientos Sociales desestabilizaban el andamiaje administrativo del país y los tendenciosos de extrema izquierda ganaban cabida gracias al apoyo que la comunidad internacional, a través de las ONGs, prodigaba sustanciosamente al MAS.
Muchas ONGs promueven el desarrollo a través de agencias que interpolan en nuestra cultura paradigmas foráneos llenos de “buenas intenciones”, pero demasiado “clasistas” para mi gusto, y coincidirán conmigo que solo los izquierdistas se benefician realmente con la estricta aplicación de los “Derechos Humanos”, y solo algunas poblaciones rurales disfrutan de la ciencia educativa importada y los recursos económicos de las cooperaciones.
En sus programas de cooperación siempre hay condiciones impuestas por la Internacional Consumista: Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Naciones Unidas, etc., donde todo esta orquestado y preparado para socializar los paradigmas del progresismo, la pobreza, la corrupción, el trilateralismo, la interculturalidad, y un gran etc. Al menos esa palabrita: “Corrupción” se repite sin cesar miles de veces al día en radio, prensa, televisión. Lo mas lógico, y es lo que ocurre, es que poco a poco, a fuerza de repetición, nos vayan convirtiendo en corruptos subliminalmente. Nos hacen amar, o mejor dicho, odiar, inculcando en las bases, conceptos humanitaristas, altruistas, globalizantes, empresariales, tecnológicos, dirigidos al sostenimiento de ambientes ecológicos, urbanos y rurales en una nación sin identidad, con terribles pugnas raciales, ideológicas y culturales. Como si el dinero y los paradigmas que nos trae la cooperación internacional fueran la solución a todos los problemas.
Ya es pregunta "vox populi” el por qué sólo existen derechos humanos, y no “izquierdos” humanos que protejan los intereses y derechos de los “no originarios”, los no pobres, los mezcladitos, los criollos, la clase media urbana hispano-parlante.
¡La Democracia globalizada de hoy! Si, casi todos piensan que es algo “bueno”. Cuando los Atenienses la crearon, era muy diferente a como la concibe el hombre moderno: Una excusa para otorgar el poder de decisión política a los que no saben ni jota de política. Genial distorsión que solo beneficia a los profanadores de nuestro nacionalismo: marxistas de la internacional “Socialista” o Neo-Liberales de la Internacional Consumista: las dos caras de una misma moneda.
La triste realidad de nuestra sociedad actual se desenvuelve en las urbes lejos del campo, del trabajo colectivo y de la transformación al desarrollo, y los mal llamados “ciudadanos”, irónicamente emigrados del campo a la ciudad, que se consideran tales solo por el hecho de haber nacido y sin ninguna prueba que avale sus responsabilidades y capacidades personales. Viven sus vidas con la mano extendida, fascinados por la pomposidad que tiene ante sus ojos todo lo citadino; en cambio, los nacidos en la urbe invadida por estos desplazados, vivimos ahora también mendigando los recursos que nos tiran. Sin ningún mérito personal que avale la conciencia de Polis, en ambos extremos; nos encontramos con la cultura del pedigüeño.
Todo espíritu de lucha se ha escurrido dando lugar a una “competitividad” absurda para conseguir los contratos, licitaciones, financiamientos, proyectos de cooperación varios, cayendo otra vez en lo típicamente lúdico. Rige la ley de la colmena, acumular dinero y vivir sin ningún sentido, cómodamente ubicado en el relativo status de la gestión de proyectos gastando dinero que tarde o temprano tendrá que ser devuelto con el peso de los intereses compuestos.
Toda esa sarta de mentiras sobre el derecho a tal o cual cosa fue inventada por sujetos inescrupulosos que desde tiempos de la revolución francesa piensan que con solo desear, sin esfuerzo alguno, y por el mero hecho de contemplar esos deseos en papel, se conseguirá mas justicia social, meta que requiere para su consumación, no solo de leyes que estipulen derechos, sinó de la acción consciente y voluntariosa de cada uno de nosotros.
Es la ponzoña comunista, marxista, humanista, altruista que día a día nos inoculan mediante prensa, radio y televisión. Nada, absolutamente nada, más que dolor y sufrimiento, traen las propuestas hacia la “anarquía social”, las “guerrillas”, los grupos irregulares que instigan al terrorismo del proletariado. El estereotipado “Ché”, modelo iconográfico que el sistema ha lanzado para reclutar “clones” revolucionarios entre nuestra juventud, que estén dispuestos a dar su vida, sus huesos, sus dientes, su tiempo y su sangre por la “gloriosa revolución” mientras el banquero internacional sinarca que ha concebido todo esto toma el sol en las paradisíacas Islas Caimán, o Varadero, permanentemente comunicado vía teléfono son los títeres populistas que preparan el golpe mortal que acabará con la resistencia de los pocos sanos nacionalismos que aún quedan en el Cono Sur.
Y esto no es solamente ahora, ya que basta abrir un libro como “La venas abiertas de la América Latina” de Eduardo Galeano y enterarnos como los banqueros de la época desde Londres orquestaron la Guerra de la Triple Alianza contra el “fascistoide” régimen del Mariscal Francisco Solano López, desolando a la que fuera la Nación mas avanzada de Sud América ocasionando el genocidio, esta vez bien real y no mitológico como el de los judíos gaseados, que costo la vida de toda una Nación, quedando solo indígenas como población.
Los dogmas revolucionarios nunca han solucionado los conflictos sociales. Los “guerrilleros” luchan por estereotipos que han sido completamente superados en la praxis de una realidad consumista llena de urgencias, que neutraliza completamente todo idealismo, pues no se puede exigir luchar en las trincheras y las selvas a padres de familia llenos de obligaciones, ejecutando acciones terroristas como medio desesperado de disuasión. Es por eso que Ernesto “Ché” Guevara fracasó en su momento. Nadie puede luchar por los derechos del prójimo, del otro, o la otra; estas acciones siempre estarán condenadas al fracaso, pues le corresponde al propio individuo asumir la lucha: Si realmente queremos más justicia social, debemos dejar de consumir y comenzar a producir. O dicho de otra manera, comenzar a trabajar y dejar de comerciar con usura y contrabandear
Las Urgencias y las Importancias.
En este mundo globalizado, mercantilista, donde todo se trasunta en una sola sinapsis: vender y comprar, comprar y vender, el hombre y la mujer urbanos se ven obligados a escapar del sin sentido: Vacaciones frenéticas para llenar por un momento el vacío, y luego volver a la brega por la vida, descuidando a los hijos que al llegar a la adolescencia se nos revelan como unos completos desconocidos; y lo que es peor; a sí mismos, pues tampoco estarán en condiciones de tiempo y espacio para SENTIRSE Y ENCONTRARSE.
Los jóvenes matrimonios, que están tratando de lograr un lugar en la sociedad, consolidar los empleos laborales, intuyen que están sumergiéndose en aguas profundas, y no saben si la vida de casados será funcional, si habrá fidelidad, soporte del uno al otro, muchos sienten que su vida ha sido sufrida, llena de inseguridades y que tal vez no sea buena idea traer niños al mundo para que sufran una existencia similar, o tal vez peor. Aún así, son impelidos, casi obligados por la sociedad y sus moldes encasillantes a tener niños, ya que tienen la necesidad, terrible necesidad, de llenar sus vidas con nuevas ilusiones.
Los que decimos es real, muy real, muchos lo hemos vivido en carne propia. Cuando asumimos el “jueguito” del matrimonio, la pareja, los niños, los proyectos a futuro, solamente sostenidos en un amor que parece real, y no en el Honor que parece algo desconocido; caemos en el laberinto de la elección entre lo IMPORTANTE y lo URGENTE. Siempre gana lo URGENTE, y lo verdaderamente IMPORTANTE se relega una y otra vez hasta que nos vemos abuelos, y ya no podemos asumir lo IMPORTANTE.
Hay algunos que se vuelven abuelos a los 45 años, cuando otros hombres y mujeres a esa misma edad, en otros tiempos, estaban conquistando el mundo y cambiando la historia, asumiendo las IMPORTANCIAS.
POR ESO EL VEGANISMO HA SIDO CONCEBIDO PARA LA GENTILIDAD HISPANOPARLANTE QUE DEBE LIDIAR CONTRA ESTOS PARADIGMAS CULTURALES. YA NO ES TIEMPO DE URGENCIAS SIN SENTIDO, ES TIEMPO DE LUCHA, Y SOLO RECUPERANDO A QUIENES INTUYEN LA MENTIRA ESCENCIAL EN QUE SE HA CONVERTIDO ESTE MUNDO DIZQUE “DEMOCRATIZADO”, DONDE TODOS HACEN LO QUE LES VIENE EN GANA, DISPONDREMOS DE UN VALOR: EL TIEMPO PROPIO PARA RECONSIDERAR NUESTRA SITUACIÓN Y BUSCAR EN LO MAS PROFUNDO DE NUESTRO INTERIOR LOS VALORES INSPIRADOS POR LA VIRGEN DE LA VEGA.
Es mejor darse cuenta de esto ahora y no demasiado tarde: no podemos esperar a perderlo todo para comenzar de nuevo. Hay que tener el valor de dejar todo lastre, para no tener urgencias, y abocarnos a lo realmente importante: NUESTRO AUTOCONOCIMIENTO ONTOLÓGICO.
Se puede hacer. ¿Cuántas veces han perdido todo una y otra vez, y vuelto a comenzar de la nada?
Muchos, más de los que podemos imaginar.
Es mucho mejor darse cuenta, y salir de las “urgencias” por uno mismo. Se puede vivir sin televisión por cable. Se puede vivir sin Internet. Se puede vivir sin salir a farrear cada vez que se presente una ocasión. Se puede soportar el vacío en silencio y soledad. Se puede vivir sin vicios. Se pueden superar las penas mas agudas, se puede, SE PUEDE. Se puede vivir sin hijos. Se puede vivir sin antojos. Se puede vivir sin mucho dinero. SE PUEDE. Se puede vivir sin desear bienes materiales. Se puede vivir sin oír noticias, sin ver telenovelas. Se puede vivir sin amigos, y sin largas conversaciones telefónicas para hablar de banalidades. Es mucho mejor tener CAMARADAS que estarían dispuestos realmente a morir por nosotros aún sin ser nuestros amigos. Y lo más importante: SE PUDE GANAR UN ESPACIO POLÍTICO SIN DINERO. Claro, quiero decir sin comprar una senaturia o una diputación, solo luchando organizadamente.
Y esto es muy importante, quiero que comprendan que se puede vivir sin la panacea del “amor” cultural, es decir, vivir sin ningún tipo de “droga” psicológica o símbolos excitantes; hasta se puede vivir sin el “dios” de este mundo: el dinero. SE PUEDE VIVIR SIN DIOS, SIN LEY. Estos símbolos DIOS Y LEY sirven para controlar a la masa a través del temor, pues en ellos ha operado el cambio de significado propiciado por la cultura del sistema: las excusas psicológicas para mantener morales ambiguas que nos desgastan psíquicamente: El dios de este mundo, las leyes de este mundo, las morales de este mundo, tan corruptas, ingratas, emocionales, cargadas de prejuicio y falsedad.
EL VEGANISMO AFIRMA QUE SOLO EL GUERRERO ESPIRITUAL, EL ESPARTANO PROTEGIDO POR LA MURALLA INVISIBLE Y EL ESCUDO VIRGINAL, PUEDE SENTIR AL DIOS VERDADERO, JAMAS UN MISERABLE COMERCIANTE DE MIGAJAS. SOLO EL DIOS DE ESTE MUNDO PERDONA LOS PECADOS, PARA EL DIOS VERDADERO SIMPLEMENTE NO EXISTEN NI EL DIOS DE ESTE MUNDO NI SUS PECADOS.
Se puede recuperar, se puede ganar un tiempo propio, lejos del tiempo trascendente de este contexto materialista, con sus horas, sus minutos y sus segundos, para luchar por la dignidad, para luchar por un espacio político y declarar la guerra a este sistema corruptor, esclavista, mentiroso, mercantilista, asqueante, y SENTIR EL HONOR, ganando fuerza volitiva para la conquista, la gloria, la virtud de la gentilidad que nos exige la Virgen de la Vega.
El veganismo afirma enfáticamente que lo único que necesitamos para vivir realmente es tener sentido del honor. Honor constitucional, honor familiar, honor individual, y honor en lo colectivo.

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